Ódiame si quieres que tú odio me va
a saber a miel; que prefiero eso que
recibir tu ingrato amor porque, desde
hace rato no tengo una caricia o una
palabra de consuelo; que me diga
amor como te vas aunque sea una
mentirita que no puede venir a casa
o mejor quiero que me odié para
sentirme genial y no recibir tú desamor.