Huesos rotos y emblemáticos destierros
sueños inertes en un cielo incomún
lamiendo culos de aves guerreras y de verdes perros
y al otro lado de la muerte, su ataúd
leche negra de teta lima embriagada
sin honor y con grados de bajez
cansino duelo ante el susto de la vil espantada
derramó en la vida, sin querer, su ordinariez
cuerpos pálidos anidan desnudos en la tierra
piezas enfermas de un viejo y resquebrajado ajedrez
parajes nobles inmersos en bulos crudos de guerras
sombras de oro, contra la pared
éxtasis noctámbulo ante el que el mundo cierne
un grueso chorro de incipiente lucidez
agrios conjuros para que los malos recuerden
quién manda y ordena en esta casa otra vez
olla ardiente y en el embudo mudo se pierde
la frágil carne de su blanca tez
hoy acontece que la vida me entiende
y se forman cimientos con sensatez