Aprovecho este día tan especial escribirte y creo que a la edad que tienes ya me podrás entender, quiero aprovechar este día para contarte algunas cosas que me hubiera gustado saber a tu edad, o incluso algunos años más tarde. Quiero que sepas que te quiero mucho, aunque no te lo diga siempre pienso cada día en ti. Estás siempre presente en mis sueños, en mis pensamientos y en mi corazón.
Quiero que sepas también hijo mío, que me siento orgulloso de ti, de lo que eres y del hombre en el que te estás convirtiendo. Me siento honrado de ser tu padre; aunque tú no lo estés, eres una de las mejores cosas que me han ocurrido en la vida.
No sé cuándo será la próxima vez que pueda volverte a escribir. Espero que no pasen muchos años, una cosa es escribir y otra es decírtelo día a día, como dicen por allí, las palabras se la lleva el viento y los hechos quedan. Por eso quiero decirte algunas cosas ahora, pensando que pueden ayudarte en la vida, porque aprenderlas me ayudó a mí.
Piensa y busca siempre dentro de ti, para saber qué es lo que te gusta hacer en esta vida. Nunca sabemos el tiempo que vamos a vivir, pero sea el que sea, es más limitado de lo que crees ahora. Dedícale una parte de tu tiempo para pensar y reflexionar tú solo sobre tu vida y sobre lo que deseas y lo que estás haciendo para lograrlo.
Son tus sueños los únicos que importan, por eso vívelos intensamente, nunca los de nadie más, porque ese es el secreto para una vida plena y feliz. Siempre debes hacer todo aquello que te agrade, todo aquello que te haga vibrar, incluso aun cuando a mamá o a mí no nos guste mucho.
Sirve a los demás. Una vida en plenitud y satisfecha es una vida de servicio. Ayuda y brinda apoyo a quien más necesite, entrégate a aquello que haces, sea lo que sea. Se generoso, conéctate con tu propósito, porque nadie recibe más que aquel que contribuye sin esperar nada a cambio.
Quiérete sin excusas. Tras pasarme décadas estudiando y trabajando con seres humanos, leyendo sobre el desarrollo del talento y las competencias en las personas, he descubierto que la más importante de todas es la perseverancia y la confianza en ti mismo. Sé siempre amable, respetuoso y amoroso con las demás personas, incondicionalmente.
Arriésgate, hijo. No me refiero a que hagas cosas estúpidas. Lo que quiero decir es que te atrevas a hacer cosas que te desafían en tus creencias, que no sabes si las lograrás hacer o directamente crees que no las puedes hacer.
Lee cada día, aunque sea un poco. Leer es vivir otras vidas. Leer es lo más importante, te ayuda a pensar mejor, a saber, quién eres y quién puedes llegar a ser. Leer te da libertad y te hace grande: abrir un libro para leerlo es como abrir tus alas. Leer te da la oportunidad de contar con inmejorable compañía.
Nunca olvides que te quiero, que el amor de padre es incondicional y que solamente lo vas a entender cuando tú lo seas, siempre, siempre te querré.
Perdón por todo aquello bueno que esperaste de mí y que nunca te lo pude dar, perdón por todos los errores que cometí y que seguiré cometiendo, porque soy humano y esa es mi esencia y si me preguntases que si me arrepiento de alguno te diría que no porque de todos ellos aprendí, perdón por no ser el ejemplo que tú te mereces, lamentablemente tu no tuviste opción de escogerme, pero la vida te enseñará con el tiempo que nada es perfecto.