Soy la musa resquebrajada
que se escapa por la yema de tus dedos,
buscando el alma impenetrada
que acompaña el universo.
Vibro con el ruido de los valles y desiertos
brillo con las luces de galaxias entre miedos,
vagando al infinito, sin presión y sin heridas,
avanzando sin temor hacia el final de nuestras vidas.
Camino por el sol y las esquinas
sin reparar en los espacios,
sin medir las avenidas.
Palmo a palmo desvanezco mis ideas,
aportando mi visión para el tramo que nos queda,
a la raza de oro y huesos, a la conciencia sin origen
que ignora sus comienzos.