Por la paz de Bertha Elena ✝️
San Felipe, 3 de octubre de 2021
Dedicado a mis hijos y nietos, Patricia, Arito, Saúl, Laura, Rafael Alfonso, Ana Patricia, Ariana Valentina y Ana Victoria.
El pasado 3 de octubre, voló al Reino de Dios, una destacada mujer yaracuyana, Berta Elena Escalona Cumaná, quien fue mi primera esposa y con quien tuve el honor de fundar un hogar ejemplar, al que le pusimos amor, empeño y devoción. De ese lírico enlace nacieron, Patricia y Arito, quienes recibieron lo mejor de ambos. Todo lo que hicimos giró en torno a su bienestar y al pleno goce de sus deberes y derechos, siendo personas muy queridas en la sociedad yaracuyana.
<span;>En mi carrera política, Bertha fue una aliada y tuvo roles protagónicos en la luchas que libramos por el bien común y la justicia social, teniendo especial desempeño cuando me correspondió ser Presidente del CPV y Alcalde del municipio Independencia. Allí demostró su talante humanista, reconocido por todos. Se involucró en los programas sociales del gobierno local para atender a los más necesitados, niños con necesidades especiales, a las escuelas, el deporte, la cultura y a las comunidades en general, en especial a las más humildes.
Mujer sensible y perseverante, construyó su propia historia con su estilo peculiar, estatura moral, elegancia, belleza espiritual e inteligencia.
Fue una excelente relacionista pública que plasmó en las hermanitas de la caridad de Cocorote y la feligresía de las Iglesias San Gerónimo, Santa Eduvigis y San Rafael Arcángel, su pensamiento socialcristiano y su solidaridad con los pobres y excluidos sociales. Le dio clase al Padre Gilmer Oviedo, amiga, además, de su mamá, Lupita y también de la Negra Romero, y muchas ilustres mujeres cocoroteñas, independences y sanfelipeñas. Con el obispo Guillermo Ramírez y el Párroco, Arturo Rojas, cultivó una gran amistad y desde la Alcaldía apoyó al clero y todo lo atinente a las Fiestas Patronales en honor a San Rafael Arcangel. En los predios gremiales, coadyuvó con los derechos de los docentes y con el deporte, al punto de ser destacada atleta.
Su vida está entrañablemente ligada a una gentil mujer, que nos acompañó durante toda nuestra relación matrimonial, Margarita Pinto Corro, una perla en el mar navegado a pulso, donde esa flor flotante, perfumó de amor el día a día de la familia. Imposible hablar de la familia Parra Escalona sin mencionar a Margarita, impronta y ductura de nuestros vástagos, con atenciones y esquisiteses desmedidas para todo. Margara, como cariñosamente le decíamos, fue una madre, tanto para Bertha, como para todos. Su afecto, hondo y ancho, es inolvidable. Voló tempranamente al cielo, un 20 de octubre de 2014, y desde entonces forma parte de la corte celestial.
Bertha, mujer apasionada, majadera e incansable, lograba lo que se proponía, con afán y sin pausa. Hacía de las buenas ideas una decisión, un énfasis, un resultado. <span;>Fue brillante y su esplendor es evocación viva de su existencia.
En el plano familiar recibió un álgido afecto de parte de sus hijos, de sus nietos Rafael Alfonso, Ana Patricia, Ariana Valentina y Ana Victoria, de sus hermanas, sobrinos, vecinos de San Antonio, Arco Iris e Ikebana. De mi madre, Mercedes María ✝️, y mi padre, Rafael Del Valle ✝️, mis hermanas y hermanos, Toñita, Rebeca, Nora, Ysel, Mercedes, María, Yonny, Andrés ✝️ y Rodolfo, recibió justos reconocimientos y hermosas consideraciones. Todos la quisieron y mantuvieron con ella una perenne concordia. Ella mantuvo una franca relación con este frondoso árbol familiar.
<span;>Las últimas conversaciones con Bertha siempre fueron para canalizar un favor o brindar solidaridad. En una oportunidad me pidió que ubicara al Negro, su hermano, porque tenía que ir el lunes a una empresa, porque le había conseguido un trabajo. Lo ubiqué y problema resuelto. En otra ocasión me pidió varios teléfonos de mis hermanas porque los había perdido. Otra, ubica urgente a Beatriz porque necesito su asesoría. Todo eso se lo viavilice. Su última llamada y última conversación fue para ofrecerme unos adornos navideños. Así fue Bertha, ríspera, dispuesta, imperativa y, más que datos, soluciones. Extraordinaria humanidad.
Bertha forma parte de mi historia de amor y por siempre yacerá en mi corazón, no por poco, por mucho, el legado común, mis hijos y mis nietos.
Descansa en paz Bertha. Eres luz eterna en mi vida, en nuestras vicisitudes.
Toda mi consideración y condolencias, a las Familias Melendez Parra, Escalona Cumaná, Parra Barrios y Melendez Serrano, en especial a mis hijos y nietos.
Rafael Parra Barrios y Familia.
San Felipe, 14 de octubre de 2021.