Mi corazón era un castillo
De paredes enormes
Y cielo techado
Nunca dejé
Que alguien entrara
Y sin embargo
Por alguna razón
Aún desconocida
Cruzaste el umbral
Sin que lo notara
Y comencé a sentirme extraña
En mi propio mundo
Ya no veía tan altas las paredes
Y al levantar la vista
Podía ver el cielo y sus estrellas
No entendía
No sabía
¿Acaso mi corazón
No estaba seguro?
¿ Dónde se hallaba el hogar
Que había construido para él?
¿ Por qué de pronto
Toda mi serenidad
Se tornó insoportable?
¿ Cómo podía yo entonces
Reparar los daños
Y dejar dentro de mí
Al que lo causó?
Y supe que era amor
Cuando sus ojos
Se encontraron con los míos
Era un amor que hablaba más alto
Que mi razón
Un amor que no escuchaba mis reclamos
Ni tampoco mi desesperación
Y que de un momento a otro
Comenzó a regalarme besos
Al amanecer
Poemas al atardecer
Y estrellas al caer la noche
Y que entendió mi canto más triste
Y que estrechó mis frías manos
Y empezó a mirarme
Como nunca me habían mirado
Y amarme
Como jamás me habían amado
y finalmente tuve que rendirme
Porque la fortaleza que intenté crear
Se llenó de grietas
Y las paredes cayeron
Y mi mundo de muros inmensos
Se desplomó ante mis ojos
y quedé desamparada
Desnuda el alma y la memoria
Expuesta a cualquier sufrimiento
Y tuve que entregar mi corazón
Con la inocencia de la primera vez
Y la cruel incertidumbre de no saber
Si el milagro del amor
Se hizo para mí
O si la magia de su llegada
Es solo una ilusión
De este loco corazón apasionado
Que ruega por amor
Desde la piel, al alma
Ana María Indacochea Garreta
Seudónimo: Socorro Andrea