kanet

ORDEN NATURAL

Un día tuve un sueño, soñé que te abrazaba, soñé que estaba contigo, y tú conmigo, sin más.
Dos seres separados en la distancia, nuestros destinos hicieron que, nuestros mundos se unieran, mundos dispares y complejos.
Soñé que alcanzaba la dicha de tenerte junto a mi, de gozar de tu compañía, de reír contigo, de compartir contigo mis horas, de hablarte y no solo leerte.
En mis noches realizaba yo viajes hacia ti, o esperaba recibir tus visitas. El guardián de mis sueños te recibía en el portal, para abrir la cancela sin demora.
La brisa de la noche te conducía a mi, acomodado en una nube de suave algodón, como única luz, la de la estrella más brillante, la que nos une a los dos.
Ahora puedo decir sin mentir, sin exageración ninguna, quien no crea en la magia lo negará, los sueños si se convierten en realidad.
La fuerza del deseo, junto a la dura lucha, todo ello unido entre si, puede hacer que la tierra gire al revés, y pare el tiempo por un instante.
El suficiente para conseguir lo que tanto anhelas, afianzarlo junto a ti, y dejar que está vuelva a girar, volviendo todo a su orden natural.
Nos quedará el recuerdo de lo vivido, nadie podrá quitarnos esos recuerdos tan nuestros, cuando queramos, pondremos en marcha todo una vez más, para que el mundo pare y este sea nuestro por un instante más.