La sangre sube, la sangre cae.
La sangre corre por sus venas como serpientes.
Y cuando las serpientes muden su piel,
la sangre arderá.
No perdonará a quienes se atrevan a cruzarse en su camino.
Lo sientes arder, mientras su sangre se evapora.
Furioso grita, nadie comprende su tristeza.
Cuando pierde el control, inadvertidamente duele.
No hay tiempo y no tienes elección.
Para el, todo ser vivo simboliza una cosa.
El destruye todo sin discriminación.
Sin piedad, el es hermoso, ensangrentado y en llamas.
Pero no puedes mirarlo directamente,
tus ojos sufrirán. Desde lejos, lo ves operar sin piedad.
Nadie ni nada puede detenerlo hasta que llegue a la arena;
Que calmara su sed, dejando cicatrices de dolor.