Fue un error, el tocar tus manos,
dejarte acariciarme y recorrer a pulso los surcos sagrados de mi cuerpo,
besar mis labios y gritar que te pertenezco,
¿acaso no eres tu el propietario de mis suspiros?
pude ser tan ingenua y entregarme por completo a quien no le pertenezco,
si es asi, perdoname,
no fue mi culpa no saber de cuán gratificante es tu sonrisa,
que tu sola presencia me satisface,
que siento vergüenza por no esperarte,
que todos los versos que dicte con fervor al cielo no fueron escritos bajo tu nombre,
soy un ser obsoleto, ya no poseo lo que deseas,
se que no soy lo que esperabas,
comprendo totalmente tu rechazo,
no queda más que decir,
que lo lamento.