omu

exento de ambigüedades

Te escribo:
con las uñas encendidas
por una constelación exacta;
con esa rozadura
de mancha imperfecta.

Te digo:
vale la pena confabularse
con el rocío de esta mañana,
merece la pena ser
tu maquillaje preferido
para deslizarme en tu piel,
para acostarme en ti
y desearlo recordar.

Te mido:
para saber de tus medidas
y ciñiéndome a éstas,
ajustarme a ellas;
no quiero más!

Te pido:
suelta prenda
y sin verguenza
dime tú quien eres,
dime lo que precisas,
lo que quieres,
deja que lave tus pies,
me empape de tus entrañas;
confía en mí y.....
cuéntame.
Musitando,

entre susurros,
sobre la tierra que pisas,
sobre las huellas

dejadas en el mundo
y como lo ves.