Amarras cada palabra suelta,
en tus manos un lápiz,
la idea: dibujar tu cuerpo.
Imaginas,
tu nueva belleza,
imaginas subir las escalas del palacio,
pero,
la princesa desea tu belleza.
Dejas escapar tu belleza,
a veces, no regresa,
a veces, regresa
y, los pétalos, ya no son flor.
Imaginas,
esperas otra belleza,
nacida de un sueño imaginado,
de una ciudad que imagina,
subes a una burbuja.
Es tan corto el tiempo,
olvidas tu belleza,
olvidas que la belleza es única,
olvidas que eres única.
¿Como podrás ser bella?
tu belleza imaginada.
Es tan fácil dejar la propia,
Imaginas,
¿Cuánta belleza dispersa?
Piensas en tu falta de belleza.
Te alejas de tu belleza.
Te alejas de la pasión,
abandonas tu singularidad,
imaginas,
algo parecido a la admiración,
algo parecido a la libertad,
Imaginas,
tu belleza se ha ido,
quizás, la encuentres,
subiendo la escala del castillo.
Finalmente, cuando la luz
abra tus ojos,
La burbuja se esfume,
has perdido,
has olvidado,
tu belleza tan cierta
como mis huesos.