Habemos gentes semejantes…
que no se conocen pero que suspiran los mismos delirios,
gentes tan parecidas…como un reflejo en el espejo de las circunstancias,
que viven poemas y tertulias casi exactas.
Habemos sujetos así de equivalentes…
separados a cientos de noches de insomnios parecidos,
a miles de horas de caminos escabrosos superados…
y otros trechos estrechos por andar,
con cielos diversos despejados…
y con infinitos nublados lánguidos plomizos,
con veranos ardientes diferentes…de soles impetuosos e inclementes.
Habemos seres huraños ermitaños alejados de lo normal,
que disfrutan de la quietud de la soledad...y del sosiego de la nostalgia.
Humanos aislados por mares inmensos…y océanos indefinidamente añiles…
con gaviotas deambulando su despoblado limbo.
Gentes con aguaceros tenebrosos incansables…
pero que siempre terminan escampando ilusiones.
Habemos entes coleccionistas de fantasías que labramos esperanzas.
Individuos que surcamos los paisajes del hastío …
sembrando con letras…versos que engendran dulces melancolías…
y añoranzas que nutran…y nos conserven vivos…
incluso después de la muerte.
Somos una raza que se extingue silenciosamente entre líneas idílicas,
que sobrevive a las tinieblas de lo vulgar…y huye del despropósito de lo corriente.
Somos sujetos expulsados de lo cotidiano,
que edificamos fortalezas con quimeras…
para refugiarnos de la decadencia de los silvestres.
Somos pocos en resistencia extrema…
apartados de la inconsecuencia prosaica de lo real…
tan degenerada y absurda…como pedestre.
Habemos aún sobrevivientes a este caos del libertinaje actual…
somos poetas.