En tu regazo crecí feliz
y canté con los gorriones,
fui hermano de la perdiz
y en tu suelo sembré ilusiones.
Recorrí todos tus caminos
fui dueño de tus mil formas
compartí tus dulces himnos
con gavilanes y palomas.
Oteando tus prados, colinas
hice mío tu encanto
fui dueño de golondrinas
de tu cielo y nombre santo.
He guardado en mi interior
cada espacio que tuve
tu Santuario superior
de la Virgen de la Nube.
Tus empinadas callecitas
tus casitas soleadas
el aroma de tus huertas
la magia de tus cañadas.
Me ido, y vuelto a tu calma
a tu molle, duraznero
rosas, poleo y retama
brisas, sonrisas y romero.
Te he amado, tierra mía
y también te he cantado
y te amaré hasta el día
que en tu seno yazga ocultado.
Bolívar Delgado Arce