Tango y milonga
Boleros de dolor y amor
Humo entre sombras
Estancia a media luz
Dibuja las siluetas
De los actores de tu vals.
Memorias ajenas
Arremeten a mi paso
Remembranzas deslucidas
Por miles de calendas
Inrrumpen de ayer acá
Reafirman y avalan
Mi presencia aquí y ahora.
Desde el centro; Tú en el mundo
Señora de la casa
Madre consagrada, en días de holganza
Y reina absoluta, en noches de arrabal.
Figura que determina
Mi vida; de ayer, de hoy y de mañana.
Madre valiente, madre ausente
Hemosa madre, hermosa reina
En tu reino nocturno de Madam.
Incomprensible y misterioso
Y hasta romántico un poco
Para aquella ingenua e ignorante niña,
Evidente apenas
Después de una vida eterna.
Hoy te honro madre mía
Señora digna de elogios
y de gloriosas loas.
Herede de ti, tu impetu
La destreza para capotear vendavales
Tu inmenso amor por la vida
Y el vivirla; inmensamente amando.
Gracias, amada y añorada madre
Por darme vida, libertad y herencia
Desde tu tumba madre mía
Y por siempre mientras viva
Mi esencia eres tú.
Martha patrica- Arauca-Nov.-2021