No diré un te quiero al aire,
ni dirás te quieros perdidos,
lo sé, tu sentimiento, es el acto,
el acto en sí, tu beso y tu abrazo,
son las palabras que no dices.
Tus manos sedientas de mi piel,
le susurran el amor a tu silencio,
un leve ¡SI!; corto, espontáneo
es deseo... es un todo para mí,
locura irreverente de tus ganas.
Escucho voces que no acuden
desde tus cuerdas, voces...
que afloran desde tus poros,
y se incrustan lentamente
en los oídos de mi corazón.
Se que no digo un te quiero,
se que brota en mis labios
al ser regados por tus manos
en este lienzo que es mi piel,
por goteo del deseo de tus dedos.