comenzamos no se como, no se como llegue a aquí,
yo creo que un momento, en que casi me perdí,
y la suerte del fuereño, solo a mi no me dejó,
me respondieron mi empeño, y me vi lleno de amor.
ahora, después de un tiempo, he cambiado el corazón,
el empleo del que vengo, por el de catador,
no de vinos, y otras bebidas, de poesías, si señor
mi mente olvidó la prosa, y el miedo se me esparció,
por el aire a otras cosas, ni yo perdí ni el ganó,
solo sé, que aunque no paguen, solo quiero ser,
mas que un grande sumillier, el catador de tu amor.