Pablo240

Amigo mío

Amigo mío, quédate

No alejes ya tus pasos 

en esta hora de fiesta.

Déjame celebrarte

porque ya el cielo raso

enciende el color de tu alma ligera.

 

He aquí mi canto el que te doy, mi amigo.

Una confesión sincera, salida

de lo profundo del alma. Mi vida

se siente plena por viajar contigo

por los ríos y mares de esta historia encendida

por las risas y los saltos,

por el deber y los cantos,

por las noches de alegría

y el sabor de cada día

que degustábamos con ambición y trabajo.

 

Amigo, vive, disfruta.

Amigo, no te mueras.

No dejemos que el ocaso apague tu sonrisa

Bebamos del alba la eterna brisa

que despierta el corazón y el sabor de las hierbas.

 

Amigo, sabes que estoy

Tu sabes que yo puedo

Poner mi hombro a tus ojos dolidos,

reír hasta que el tiempo se haya ido

y recordar todas las horas, en las que espero

que hayas disfrutado de tenerme como amigo.

Amigo no te calles,

cantemos juntos aquí a la alegría

que se alza como pájaro en el río.

Amigo, este es mi anhelo

que vayas tú sonriendo  por la vida

recordando que soy y seré siempre tu amigo.