Surco iris cruzar
alimento de ciertos azúcares
donde flota el estanque dinamitado
entre las sombras espaciadas
de los árboles indecisos.
Sombra animal pretencioso
distinguido camarada camaleón
forzosamente
inaugurando su techo de cristal
en la bóveda exigua, campana omitida.
Surco el iris profundamente
cruza la mirada una estancia de accesorios
el sueño emitido por una boca llena de espejos
donde el dolor ha dejado forma
y el color frustra la imaginativa comparación.
Oh sí y yo veo la magnitud de toda tragedia
el inclemente hijo bastardo que clausurará
toda iniciativa, un millar de coches circulando,
sentido opuesto, a las millas de ocupación silenciosa.
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