Vuela mi mente;
mi pensamiento
se convierte en paloma de paz,
y mente y pensamiento vuelan
en forma de ave de amor.
Ilusa, vuela hacia la luna;
de una volada quiere atraparla,
vuela su imaginación,
hasta que se da cuenta
de la imposible misión.
Mira el ave la luna bella,
con bien poco se conforma:
a distancia cercana
le besa la mejilla llena
en esta noche serena.
La caricia se refleja
buscando una amor de miel
en labios de encendida flama;
vuela mi pensamiento
con alas de seda blanca.
26 de julio de 2010
Pau Fleta