Sube al canto de perfil
que asciende en su cola de plataforma
sobre inciertos estamentos
despoja de trenes las estaciones
desnuda los trajes de cuerpos y sensaciones.
La enredadera inepta que todos ambicionamos
con su inútil planta deformada esa mirada
de retorno inusual que solicita la pupila
del otro, extraño en su universo de plantas.
Granos de un cuervo horrible, vegetales
de imaginaciones prohibidas, sueños de un campo
elemental, cascadas de un rocío llevadero.
Así suena el río fundamental donde
los arcos retumban bajo galaxias y el imperio
es un amasijo tumefacto. ©