Pensar cuando podía verte, cuando podía abrazarte, ahora es triste y antes era amable.
Ya no existe una dirección para encontrarte, dicen que vives en todo, incluso en mí.
Mantener los ojos cerrados y verte todo el tiempo resulta ser demasiado bello.
Agotada estoy de no poder tocarte o hacerte una respetuosa caricia.
Extraño necesitar algo y en automático estarlo recibiendo de ti.
Anhelo ser quien soy cuando era junto a ti.
Siempre queriendo alcanzarte.
Ya no estás pero estamos,
o eso dicen.