Casi no te recuerdo
pocos rasgos tuyos, cero palabras
¡ y pensar que un día crecimos juntos !
¡ y pensar que un día chocaron nuestras alas!
Fui incipiente guerrero que llegó a tu castillo
a esa fortaleza tuya jamás ultrajada
no conquisté tus dominios ni llegué a rescatarte de nada
sólo fui aquel vasallo que atrajo tu real mirada
Pero el viento se llevó tu risa
y el destino destruyó nuestro lazo
nada quedó de tu alegría
nada del nerviosismo al rozar nuestras manos