LA GALLINA PATRICIA
La gallina Patricia
hizo una gran fiesta
para festejar
el día de su santo.
Se pintó las alas
de rojo coral,
se vistió de encajes
se puso un collar,
zapatos con taco,
medias de color;
en otras palabras,
se emperigollò.
El gallo Toribio
su novio oficial
ante tanta belleza
perplejo quedó.
La envolvió en sus alas
lleno de emoción
y a los cuatro vientos
gritó con fervor:
¡Oh, amada mía
no sé qué decir
me siento orgulloso
de ti, y muy feliz!
Eso me contó
ayer en la tarde
mi amigo Merlín
que es un loro
muy, muy parlanchín.
Me dijo también
que en aquel festín
los enamorados
se comprometieron
y en el mes de enero
eso ellos dijeron,
la boda será.
Me llenó de gozo
saber la noticia
pero al poco tiempo
Merlín me llamó
a mi celular
Y esto me contó:
No habrá matrimonio
seguro que no,
pues la gallinita
que era tan bonita
tuvo un contratiempo
y fea se volvió.
¿Cómo así?, no entiendo
le dije angustiado.
Entonces Merlín
que es tan parlanchín
me contó enseguida:
se acabó la vida
pa la gallinita.
La pobre ha quedado
deforme, feíta,
y tristeza me da.
Tú no te imaginas,
te voy a contar.
Se partió una pata
en su bicicleta,
pa colmo de males
ha quedado tuerta.
Pero eso no es todo,
algo más pasó;
cuatro días antes
de aquel accidente
a Patricia, amigo
le salieron dientes,
y un enorme mico
le torció el pico.
Los días pasaron,
enero llegó.
A mitad de mes
una noche astrífera
escuché el tañido
de las campanas
de la iglesia, y
vi a todo el mundo
correr muy a prisa.
Pregunté qué pasa
y una linda loba
me dijo: ¡Habrá boda!
Un par de palomos
me dijeron: ¡Vamos!
se casa Patricia
con Toribio Ramos.
No podía creerlo
pero eché acorrer
y cuando llegaba
llegaba también
la novia de blanco.
Entonces pensé
que el amor si existe.
Esa es la verdad.
Cuando vi a los novios
allá en el altar,
mi corazón de pato
se puso a danzar.
Toribio a su esposa
envolvió en sus alas
y a los cuatro vientos
dijo con fervor:
¡Oh, amada mía
no sé qué decir
me siento orgulloso
de ti, y muy feliz!