Matias 01

¡AMOR!

¡Amor!

Para ti será la más íntima

desnudez de mi alma triste;

Ahora que un ardor va por mis venas,

colonizando

y recorriendo todo

junto al espíritu brillante

de tu absoluto ser;

Hoy que mi llanto es libre,

hoy que mi pena es una cruz en su alegría

y mis lágrimas sueltas

fugan como alados pájaros de dolor;

¡Hoy, amor es mi dolor!

Porque solo tú –amada- te desprendes

del olvido para besar mi corazón!

 

¡Amor!

Me da miedo la punta inmortal

de tu ternura,

ahora que se adentra –afilada-

con sus mayúsculas acciones

por cada uno de mis atávicas heridas;

Me da miedo que nazca

de tus labios, una sed indómita

y emprenda en mi boca

-de escasos manantiales-

un fragor de fragua inmensa  

para mi frío corazón.

 

Hoy he bebido mucho -¡Amor!-

con todas mis ansias,

en una copa negra,

a todas las sombras afiladas

que aún me hacen padecer:

¡Y quiero estar como nunca

en el mortero de tu corazón!

Cansado y extraño como estoy

-dormiré en la tierra-

oraré antes de soñar con tu amor adjunto

y tú serás -mi amor-

la dulce cruz de toda mi amargura.