Quisiera ser parte de ese cielo
que se abre en tu sonrisa.
Mi corazón no deja de hervir
y mi sangre te llama con su
militancia de bocas microscópicas.
De ti solo sé el universo que te rodea,
veo los ríos de tus ojos
clamando aguas alegres.
Quizá, mientras hablemos
la vida se enrede en nuestras palabras
y nos ate eternamente.
LRL
5-11-2021