Haciendo camino al tiempo
sus lanzas de oro impulsa,
reiterando sus pasos
acompasa la distancia
que separa nuestras vidas.
Tú, viajera nube;
el tiempo recorriste
sin dejar huella ni rastro,
de esos pasos que oscurecen
cuando tu indiferencia estrecha.
Yo. arena del desierto
por horas desgranado,
en minutos y segundos
esparcidos en silencio,
hilo dorado que va y viene
renovando la esperanza,
pues la última brizna
bien será primera.
Ya no mas iteraciones
que desdeñen mi tristeza,
detén la incertidumbre de mi alma,
puntualiza la hora de mi muerte.