En una tarde soleada la conocí
ella buscaba un lugar para evitar
el sol, que bonito fue le brinde una
bebida bien helada y me agradeció
entre palabras y palabras los quedamos
en vernos otra vez los días pasaron
la volví a encontrar, hoy gozamos
de una buena amistad pero sus
ojos café claro como brillan que
mi humilde corazón se agitan,
y estoy sintiendo algo extraño
que yo mismo no se que es pero
soy feliz y ella también que bonito
es nuestra amistad porque tenemos
lo mismo gusto cuando disfrutamos
de un buen bocado entre los dos
y de lo feliz que pasamos entre ella y yo.