Cuanto deseaba verte,
pues desde aquel día
en que vi que te marchabas,
sin decir siquiera nada,
ni un adiós, ni un nos vemos,
solo un fatídico silencio.
Mi ser entero no había descansado,
hoy... como rayo de luz,
asomas a mi vera,
cual fulgurante primavera,
rompes lo tedioso de la espera.
Que alegría guarda el corazón
en este día,
que dicha grata, el saber que has vuelto ya,
sin embargo, aun no sé...
si tu regreso; es inicio de algo nuevo,
o es acaso una simple ilusión.
De tus labios; ni siquiera una sonrisa,
de tus manos la señal de algún saludo
de tu boca solo el silencio de aquel día,
y en tu cara.... Nada.
Pero hoy... la alegría renació
al calor de tu mirada
que sin hablar una palabra
como rayo de esperanza
me ilumino
con la ternura que siempre tuve
de tu amor.
Fue tan solo eso,
que nuestros ojos se miraron,
y envueltos en la pasión
del amor...
nuevamente sentí el calor
de ti,
al contacto de tu cuerpo,
con tan solo
el roce de nuestras manos,
se dibujo en tus labios
la sonrisa
de una nueva y floreciente
ilusión de Amor.
copy@rigth amorosamente junio 2009