Ben-.

El más y el menos-.

No esperaba más,

ni tampoco menos.

Del menos, surgió

el más, del más quizás

el menos. Poco a poco,

y sufriendo, el más se

convirtió en menos; al menos,

no le quedó otro remedio

que calmar su sed

en mitad del desierto.

El menos, fue aprendiendo,

quiso tener su dama y su fortaleza

en medio de la lluvia y del viento.

No esperó más, el menos:

construyó su propio acero,

y se lanzó a conquistar

continentes aún no descubiertos.

El más, celebrando el asedio,

puso fin a sus derechos sobre

el menos. Aún medió Dios

para que estos haraganes

no se cortaran el cuello.

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