Sin el apoyo de nadie, contra viento y marea,
siempre ha luchado por la supervivencia,
no se encuentra en la pirámide de necesidades, en la riqueza,
ni en el autodesarrollo, ni en la seguridad, luchaba contra la pobreza.
Se enamoró de un tipo discapacitado,
aunque ella nunca así lo ve, ni lo vio,
es cierto que gracias al deporte y a su cuidado,
cada vez menos lo parece.
Con facilidad por su vehemencia,
se gana irracional antipatía,
igual que yo por mi silencio y educación,
lo han confundido con pusinalimidad, cobardía y maldición.
Ella nunca se rinde, ella siempre lucha,
empuja , empuja y dirige a su familia,
le da orgullo, seguridad y auto confianza,
son las tres que nunca están en demasía.
Ella es mi adorada esposa,
me encanta esa palabra,
atado a ella sin parafernalia,
por voluntad propia e infinita.
Ella es una luchadora, para mí la más bella,
cuando se cae, se cae, agarrada a su espada,
y su caballero rápido la levanta,
y la empuja, la enhiesta a luchar con más bravia.
Estoy muy orgulloso de estar casado por la iglesia,
para la pobreza, para la riqueza,
un juramento responsable y maduro,
ante mi mismo y la sociedad.