Una vez te fui infiel,
cuando la primavera
parecía florecer en mi alma
y la noche era abrigo
para quien nunca tiene calma.
Te fui infiel sin querer,
cuando unos brazos
llenaron ese vacío
que se anidaba en mi pecho
llenando el corazón mío.
Te fui infiel aquel día
cuando mirando por la ventana
llegó a mi oído aquel trino,
de ruiseñor esa voz,
de manantial cristalino.
Te fui infiel esa noche
cuando la miel de una boca,
osó posarse en la mía,
como el colibrí besa a la rosa;
Dios sabe, cuán grande alegría.
Te fui infiel con mis versos
que cantaban a la luna,
al espejo de unos ojos,
que hechiceros respondieron
al candor de mis antojos.
Te fui infiel yo buscando,
tal vez un alma gemela;
entre cuentos y quimeras
me fui de ti olvidando
como el verano de las riveras.
Te fui infiel pero he vuelto
de la gracia desterrado,
buscando en tí la piedad;
que el amor solo me ha dado
lo mismo que tú, soledad.
-. PaR
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07112021