Si pudiera que volver el tiempo lo detendría en el último beso de verdadero amor que te di.
Donde el calor de tus brazos era suficiente para hacer feliz a este triste y solitario corazón.
O tal vez en aquella cena, donde sentí tu amor eterno y los sueños se volvieron tangibles.
Le daría vueltas al momento, donde tus ojos me miraron enamorada.
No conozco otra forma de vivir feliz si no es contigo, le tuve tanto miedo a tu partida.
Y hoy me desangro en cada segundo, de cada minuto en que tu ausencia me aprisiona.
Camino desolado por las calles que cuentan nuestra historia, que me susurran al oído nuestros recuerdos.
Camino despacio y sin destino.
Si pudiera volver el tiempo, lo detendría un instante antes del momento en que comencé a amarte, y así no vivir el dolor de tu partida.