Jose Luis Posa Lozano

TESEO

... Y dejé de escribir porque sentía
que no tenia ya nada que decir,
que me había entregado a la corriente
arrastrado hacia un mar oscuro y gris.
 
Y dejé de escribir porque sabia
que a la fuerza me iba a repetir
que mi pozo se había desecado
por el miedo a pudrirme, a malvivir
en una celda sin guardias ni barrotes,
un laberinto sin limites ni fin.
 
Pero llegaste tú, mi bella Ariadna
y de tu mano me conseguí evadir
de esa prisión en la que el tedio y el hastio
excavaban mi fosa y mi confin.
 
Retomé las cuartillas y la pluma
y volví entre tus brazos a vivir,
a cantar, a creer en el futuro,
a reescribir mi destino junto a ti,
a dejar el alcohol y las orgias,
a reencontrame a mi mismo,
a ser feliz.