De día visto un cuerpo pasajero
mi ruda piel
conforma una frontera
y tu tierna noche
-invistiéndome viajero-
me presenta presurosa
otro mundo sin bandera
Alas ondeantes a mi espalda
me agitan todos los recuerdos
que la espina
es otro talla hacia la rosa
que sus pétalos
cuecen a fuego lento una guirnalda
Sorteadas las fronteras
traspasado el cuero
donde la forma une sus desvelos
todo es reverencia sin esquina
y no entiendo ya de letras
solo me expando frío como el cero