Tú
que eres tan tú,
y yo que soy tan yo
Yo que ocupo todo tus amaneceres y todos tus colores,
Tú que acaricias todos mis versos,
que sabes que son para ti, aunque ya no te nombro
yo que no dejo de irme,
tú que no dejas de volver una y otra vez
Y aún cuando caen las lágrimas,
aún cuando se pasean por mi rostro demacrado,
eres tú ese rayito de luz.
Esta soy yo sin ti
un libro de poemas y una sinfonía vacía,
pero tú? Tú sigues siendo tú