No la despiertas, deja que duerma,
que está soñando en la vida eterna.
No le hagas ruido, shhh, ve despacio
¿no ves que escribe ya su epitafio?
No la perturbes, mira que es Bella;
guardó sus sueños en la botella
que arroja al río y la corriente
los va arrastrando muy lentamente…
Ella no sabe, la Muerte espera
quizá cruzando aquella acera.
Quizá en el ala de su sombrero
o en la manzana de aquel frutero.
Es inocente, ¡quién lo dijera!
que también muere la primavera.
Quizá su esencia se desdibuja
por el hechizo de alguna bruja.
Pálida frente cual plenilunio,
¡quién te guardara del infortunio!
¡No la despiertes! besa su frente
como si fuera Bella Durmiente.