Nubes, que raudas van por el cielo,
y se cargan de óxidos de azufre y nitrógeno,
que fluyen por altas torres hacia el exterior.
Luego precipitan como ácidas lluvias,
e irán carcomiendo la bella arquitectura y a la construcción.
Se filtran en el manto y dañan su biota,
siguen su camino hasta llegar al mar.
No cambia el pH, se mantiene bajo,
y se altera el bioma en todo su andar.
También aguas negras que corren y corren,
se nutren de deshechos y de fetidez,
de aguas albañales y de las industrias,
que burlan las normas y están sin tratar,
y así putrefactas, hasta el manantial.
Ya no es potable, ahora es veneno,
aunque vos la hierva y la vuelva a filtrar.
Y los cielos grises, ya no son azules,
el smog los cubre, los vuelve a llenar,
con sus condensadas nubes que se impregnan...
y esta triste historia vuelve a comenzar.