Hoy cuando mis pasos se vuelven añoranza
y mis temores afirman existencialidad,
he decidido esconder lo eterno,
detrás del silencio
de una pluma recreada en el viento,
murmullo suave de aquellos que callan
pero no otorgan confidencia,
sólo desquician al amigo
que es brazo
y mano
y esperanza.
Hoy cuando la razón y el entendimiento
responden al ruego de mis anhelos,
veo en la distancia
la nulidad de ser para ser,
si en el camino se modela la utopía
que contradice lo verdadero y la realidad.
Si razono no entiendo,
si entiendo no logro razonar,
por qué se pretende
entrelazar caminos paralelos
cuyo origen es un punto muerto,
del cual salieron cercanos
para siempre ser y llegar al final de la misma manera.
Hasta la noche y el día
comparten el ciclo
que los hace uno en veinticuatro horas,
más nunca estarán juntos.
Hoy he descubierto
instancias que fueron existencia,
justificaciones de tiempo y espacio
en lo que he sido
pero no soy,
en las que he vivido
para morir,
camino con los ojos al cielo
quizá buscando una señal.