Allá, allá a lo lejos se encuentra,
una palabra que tiene rostro,
y es más bonita que muchas otras palabras,
pero que me vi obligado a olvidar,
convirtiéndose en una palabra impronunciable.
Ella es olvido y a la vez es memoria,
puesto que se convirtió en una palabra deshabitada,
cuando antes había habitado en todos los rincones de mi ser.