Raiza N. Jiménez E.

Mi Umbría y mi Cielo. -

Jamás fue más elocuente y caprichoso mi verso;

como en esta adversa hora, en que no te veo.

Estás presente y en mis sentires vives inmerso.

Es triste el amante que no ríe, aunque bromeo.

-*-

Hay momentos en que mi fiel amante, es el cielo.

Imbuida en sus azules rubores le hablo de amores.

Yo siento que me responde y eso me da consuelo.

Yo le hablo en voz baja y él espanta mis temores.

-*-

Jamás pensé que, ese cielo, que veo en la distancia,

sería el fiel confidente de mis expiaciones amorosas.

Al amanecer, lo saludo y alabo su devota constancia.

Él alejó de mi afligida vida, las emociones umbrosas.

-*-

No pensé que, al decir: “te amo mi cielo”, allí estaría.

Hoy vivo convencida de que lo simbólico es fortaleza.

Tanto, qué calma mi furia, con su gallarda algarabía.

Es que el cielo es varonil y no declina su grandeza.

-*-

¡A este amado cielo yo le seguiré orando y amando.

Él, con amor, detiene su luz y el Sol se va ocultando!

******

-No somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual. Somos seres espirituales teniendo una experiencia humana. -Pierre Teilhard de Chardin.

-Mantén tus pies en el suelo, pero deja que tu corazón se eleve tan alto como pueda. -Arthur Helps.