Noches de furia,
mañanas sin memoria.
Tu,
siempre
descubriendo
nuevos
laberintos
para engañarme.
Me despojas de mis recuerdos,
siempre consigues lo que te propones.
ya quiero dejarte,
pero siempre cedo,
me abandono,
me dejo llevar.
Sudores fríos por la noche,
no me atrevo a abrir las ventanas.
Y tu siempre,
esperando pacientemente
mis gritos de auxilio.