Veremos luego
el mar alborotado
por la tormenta.
Quizás el viento
azote por la costa
ráfagas fuertes.
Y gruesas nubes
protesten en el cielo
con su color.
Es la galerna,
dirán los marineros,
casi temblando.
A su memoria
vendrán muchas tragedias
desde el pasado.
Aquellos días
quedaron muy marcados
y no se olvidan.
Por eso ahora
el mar ruge violento
clamando al cielo.
El hombre mira,
se asusta con el viento
y se estremece.
Luego musitan
sus labios a los cielos
una oración.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/08/21