La ame con gran pasión
con un amor tierno y puro,
pero ella nunca entendió
que mi amor era seguro.
Le dedique varios años
dando de mi lo mejor,
empeñado en construir
el más puro y tierno amor.
Los días que pasamos juntos
los guarde en mi memoria
y su amor fue tan intenso
que me sentí en la gloria.
La ame con dedicación
y de nada me arrepiento
y no la puedo olvidar
porque la llevo muy dentro.
El amor debe ser libre
sin ponerle condiciones
y cuando el amor llega
se abren los corazones.
La última vez que nos vimos
la ame con gran embeleso
y ese día tan maravilloso
le di el último beso.
Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,09/11/2021.