Vestido de abismo me miro en tus ojos
Ingreso a la noche buscando una estrella
Para rasgar el azul de la esfera inquieta
Con el sosiego de anhelos que llevo en las alas
Regalo a la alcoba mi boca sin habla
Silencio de huesos sin voz y sin lágrimas
Con fríos de hielo en la ausente mirada
Que vienen en sombras, sin luz ni palabras
Vestido de eterno percibo el latido
De astros soberbios que inflaman mi pecho
Con sueños de auroras en días perpetuos
Buscando tu imagen en tiempos y albas
Regalo mis manos para trocarlas en besos
En pétalos negros de rosas y deseos
Gemidos convulsos cual lunas sublimes
Desvelan los párpados rozando el vientre
Un coro de luces ilumina sonrisas
Ahogando en el pecho olvidos, distancias
De horas sin tiempo
De amor sin esperanza