Jose Luis Posa Lozano

EL ÚLTIMO EXPRESO

Tu tren aulla por el carril del tiempo

Y tu te quedas sentado en la banqueta

dormitando en un apeadero

por donde solo se arrastra la hojarasca

una estación en la que ya no quedan vías

ni taquillas, ni andenes, ni cantinas

donde el reloj perdió hasta la saetas

y las traviesas se pudren carcomidas.

 

Carga tu atillo, tus miedos, tu maleta

sal a buscar ese expreso que te espera

antes de que, cansado de llamarte

toque el silvato y parta hacia otra era

y tu te quedes tirado entre las vías

rodeado de ratas y serpientes

solo, hundido, sin rumbo, sin billete

como un fantasma flotando en la corriente

de un vertedero de sueños incumplidos

de reproches a ti mismo y a tu suerte.

 

Tomalo en marcha aunque no te quede aliento

arroja lastre, resacas y complejos

busca un asiento en la primera clase

ve al restaurante y pide tu cubierto

saborea un buen vino de la tierra

y disfruta del tiempo y el paisaje

que no tienes billete ni destino

y no sabes  en donde has de apearte.