Entro en la habitación
y te veo sentada en el
sillón , me siento a tu lado
y te cuento y te hablo, te pregunto y no dices nada,
no le doy más importancia
a ese desaire y sigo
hablando notando como
las palabras rebotan en
las paredes, flotan por el
aire y retumban en las cortinas.
Te vuelvo a mirar sigues
sin mirarme acomodada
en tu silencio sordo, sin
duda gozas en tu zona
de confort .
La verdad, es que me pregunto a menudo
¿ Porque pierdo el tiempo contigo ?
Ayer por ejemplo vine a ti
a leerte mi última Poesía,
seguiste como siempre, callada, no me dijiste absolutamente nada ,
ni una sola palabra, esto
ya pasa de castaño a
oscuro y me pregunto:
¿ Que te hecho?
¿ Porque pareces siempre enfadada conmigo?
No comprendo nada,
coño, que sé que no
estas muerta, por lo
menos no lo estabas
cuando te compré en
aquella tienda, ya sé
que eres apenas una
muñeca de cartón,
te compré por esa
misma razón, porque
me gustabas, pero es
que me cabreo cuando
te hablo y no me
contestas, sabes de
sobra que te quiero
de veras pues te lo
digo a todas horas
¿ Porque me castigas
de esta manera ?
Está bien, no, no me he
vuelto loco, te puedo
comprender, pero esta
noche te quedas sin
cenar, y además, no te
leeré un cuento antes
que te vayas a dormir.
Y si, estas castigada,
mañana no pienses que
te voy a dar los buenos
días, ni te ofreceré media manzana, se acabaron los mimos y las buenas
maneras.
Me voy, no aguanto ya
tu cara, me voy a escribir,
es la mejor terapia que conozco.
Luego dicen que los Poetas
estamos locos, pues yo no
te voy a criticar porque seas una muñeca de cartón mal educada , válgame Dios,
eso un Poeta ni lo hace,
ni lo piensa, y ahora
con tu permiso me voy
con mis letras a otro sitio.
Y el Poeta quedó muy
triste y se fue a escribir
sus Poemas a otra
habitación, no le entraba
en la cabeza , porque la
muñeca de cartón no le hablaba, no le miraba
no respiraba, la muy
ingrata.
Mael Lorens
Reservado el derecho
de Autor 11/11/2021