Ella es la más la bonita
con gran belleza interior,
que jamás sería igualada
por el más diestro pintor.
Con unos ojazos negros
con miradas como saetas,
que serán la inspiración
para los grandes poetas.
Su voz es un dulce canto
con hermosa melodía,
que a un aprendiz de música
seguro le agradaría.
De sonrisa contagiosa
que despierta algarabía
y aun estando molesta
se le nota su alegría.
Un cutis de porcelana
y unos labios llamativos,
que con un solo beso
quedaría uno cautivo.
Y con tantos atributos
será una mujer real
o es solo la ilusión
de la mujer ideal.
Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,09/11/2021.