La noche está estrellada, y ya lo toca
regresar a casa; y como siempre, ese
lucero está radiante, que nos indica
el rumbo.
Yo felíz, que Dios nos bendice
con buena pesca. Bendito sea el creador ,
por darnos en abundancia.
Navegaremos toda la noche, y el rayo del sol nos despertará.
Llegaremos a casa, y con mi amada disfrutaremos el pan en la mesa.
Gracias a Dios por sus bendiciones.