Esperanza, ¿Por qué huyes
y te escondes
tras el frío témpano
de la ansiedad.
Cuando pareces salir del mar
de la desilusión,
la sombra del miedo
te hunde hacia el fondo.
Llegas cómo la primavera,
pero luego te congelas
y no logras, ni una pizca,
entrar en calor.
El viento del Norte te trae,
pero el viento del Sur
te lleva tan lejos,
inalcanzable.
Pero tu semilla nunca muere
porque no dejo de regarte
para algún día
ver tu capullo florecer.