Anoche te tenía en mis pensamientos
y mi corazón casi por saltar buscaba tu ritmo
y pensé en tu cuerpo entero
enredado entre sábanas blancas
y yo, levantándolas lentamente.
Sonreía, porque en mí sospechaba
la dicha que nos esperaba.
Tú, te mostrabas fingiendo sorprendida
y lo sé porque ya me aguardabas.
Sonreíste y suavemente dijiste mi nombre
Nuestras manos se entrelazaron como una sola
y fui directamente a tus labios.
Nuestras lenguas cruzaron fuego
mientras cerrábamos los ojos
para hacer este momento perpetuo.
La luna estaba escandalizada
miraba como nos derretíamos
en suspiros y en caricias tantas.
Te tatué el cuerpo con mis besos
y tu lengua dejó una marca en toda mi piel.
Recorriste cada espacio mío y yo
caminé por toda la carretera de tu cuerpo.
Mientras, como un terremoto creció
y se intensificaron nuestras ansias.
Abriste tu paréntesis y recibiste
todo lo que yo te ofrecí
y fue la dicha tanta
que nuestros cuerpos encontraron
la música que hace años anhelaba
Me dormí con las ganas de continuar
esta aventura en mis sueños,
pero...solamente hubo nada.
Por la mañana,
mi primer pensamiento fue para vos
dije suavemente tu nombre
-en mi cama innombrable-
y pensé para hoy una nueva estrategia:
Te atacaré nuevamente toda la noche
y esta vez no dormiré
y esperaré que además de la luna...
nos sorprenda la mañana.
Alma Erótica
José Luis Agurto Zepeda
Managua, Nicaragua
31 de diciembre de 2013